Tradiciones macabras
Como era costumbre, el primer sábado de verano en Kamnik, Eslovenia, se llevaba a cabo la feria “Foranite”, la que tenía el propósito de demostrarles las tradiciones eslovenas, a los foráneos que pasaran por la zona, parecía tener éxito, siempre había uno que otro que se quedaba. Henry, un adolescente de 16 años, venía desde el norte de Eslovenia, para poder apreciar el Arboretum de Kamnik, un jardín botánico que florecía cada primavera para darle color a la ciudad, más bien, su madre quería apreciarlo, ya que era la última vez hasta la próxima primavera. El papá de Henry también tenía el deber de ir a Kamnik, por una reunión de la junta de directivos de su empresa. La familia, al llegar al hotel que le esperaba, se encontraron con una pancarta de la gran y sempiterna feria “Foranite”, la cual les pareció interesante, pero no más que lo ya planeado, así que se dirigieron a su destino el cual los trajo a Kamnik. Al llegar el conticinio de la noche, Henry se situaba en el ventanal de su pieza, mirando hacia la gran feria, la cual anhelaba visitar el tanto cómo su hermano menor Alden. A la madrugada el papa de los niños llegó con una gran noticia, le corrieron la reunión para antes de almuerzo, lo que significaba que toda la familia podría ir junta a la gran feria, la Leticia dominaba la cocina tras la llegada de la noticia. Llegó la hora, siendo las 16:00 la familia estaba en camino a Foranite, grandes atracciones y diversos puestos de comida eran los que se ubicaban a la vista de los niños, desde juegos de probar la suerte hasta algunos para medir la fuerza. Los niños no podían decidirse por lo que en un apuro se separaron de sus papas, y se adentraron a la primera atracción que encontraron, que no era nada más que un laberinto para principiantes. Entusiasmados de la nueva adversidad, los niños corrían para buscar la salida, una y otra vez fallaban, hasta que se encontraron a un joven, el que les dijo que los ayudaría a salir, pero que tenían que estar con los ojos vendados, porque de lo contrario le iban a contar a todos los demás cuál era el camino. Los niños accedieron, pasaron 7 minutos y aún no salían, Henry por curiosidad se sacó la venda, y estaba parado junto al cartel de salida, pero faltaba algo, no estaba Alden, a lo que el niño fue corriendo donde sus papás para contarles todo, desesperado por buscar respuestas, Henry vuelve a entrar al laberinto, siguiendo los mismos caminos, y donde se había encontrado al joven que los ayudó, no había nada más que un espantapájaros. La familia estaba desconcertada, no sabía qué hacer. Se escucha a los lejos los sollozos de 6 familias más, todas habían perdido por lo menos 1 hijo. Cayó la noche, estaban todos exhaustos por lo que decidieron quedarse una noche más en el hotel. Han pasado 3 meses y la familia aún reside en Kamnik, no se ha encontrado a ninguno de los niños.
Y por último, quisimos crear una relación de la historia desarrollada y otra existente que fue:
La tradición del cuento se puede relacionar con muchas tradiciones que se han vivido en el mundo y que se siguen viviendo. La particularidad de estas tradiciones al igual que la de la lotería es que nadie se las cuestiona o cuestionaba e incluso siendo aplaudidas en algunos casos. En primer lugar tenemos la tradición israelí de la época antigua, la cual consiste en apedrear a las mujeres que hayan sido infieles o que hayan quedado embarazadas antes de casarse. En segundo lugar tenemos la tradición cristiana en la época de la inquisición, la cual consiste en mandar presos, asesinar o quemar vivo a todos aquellos herejes, los cuales eran aquellos que no creían en dios y a las “brujas”. La siguiente tradición es más actual, está fue el holocausto en la Alemania nazi, el cual consintió en asesinar a la población judía encerrada en los campos de concentración. Una tradición que ocurre en el día de hoy y ha ocurrido por muchos años es el rodeo y la corrida de toros, estos dos se les llama deporte, significando un sufrimiento gigantesco para cualquier vaca o toro que tenga que ser expuesto a esta disciplina, por suerte se va tomando consciencia de a poco de que esto tiene que parar.
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